viernes, 22 de febrero de 2013

AUTORIDAD EN LA FAMILIA


TEMA: AUTORIDAD EN LA FAMILIA        
LOGRO: ANALIZARA LOS FACTORES QUE AFECTAN LA CONVIVENCIA EN LA SOCIEDAD DE LAS RELACIONES CON LA FAMILIA

INDICADOR DE LOGRO:
Ø  Aprende elementos que le permiten moverse en el mundo adulto
Ø  Reconoce el momento de transición hacia la vida adulta y sabe tomar decisiones.

PORQUE NO ENTIENDE QUE YA CRECÍ


"Estoy aburrida de mi mamá, ella cree que todavía soy una niña, no me deja hacer nada, todo lo quiere saber y como si fuera poco me hizo terminar con mi novio", cuenta desesperada Blanca, una joven de 21 años que se siente absorbida completamente por su madre.  Como ella, algunos jóvenes, mujeres y hombres mayores de edad sufren por la situación que viven con sus padres al sentir que no tienen vida propia y que no hay nada que hacer para remediarlo, pues por más que lo intenten ellos no van a cambiar.
"Yo he intentado hablar con ella por todos los medios, he tratado de hacerle ver que ya soy una mujer y como tal puedo tomar mis propias decisiones, pero ella nada, sigue igual metiéndose en mis cosas", agrega Blanca.

Desde pequeños, los hijos deben sentirse seguros pero, además de esa seguridad que brindan los papás, es importante que ellos mismos se sientan cómodos y capaces de realizar cualquier tarea teniendo como base lo inculcado por los padres. "Los seres humanos necesitan que les regalen autonomía para que empiecen a ganar confianza para que ese sea uno de los principales ingredientes de la vida para que se forme una mujer o un hombre feliz. Que los papás entiendan que lo que más pueden hacer por los hijos es formarlos con unos principios, con unos valores y una autonomía para que este joven o esta muchacha vuele.
En las últimas décadas, intentando encontrar una forma más adecuada de educar, se ha pasado delordeno y mando” a negociarlo todo. Caemos en una especie de diálogo entredesiguales” que, en una errónea pretensión de aparente correspondencia, termina por consentir en todo lo que el hijo  reclama. Hay un continuo entre la amenaza autoritaria (“como vengas un minuto después de las doce te vas a enterar”) y la tolerancia permisiva (“…pero ven pronto ¿vale?”).

Los padres intentan evitar el conflicto cediendo. Abdican de su autoridad en un exceso de permisividad que a veces resulta alarmante. Se consiente demasiado para “no traumatizar”, para evitar “males mayores”, para acabar cuanto antes la discusión.

Hoy en día se está poniendo mucho énfasis en el tema de la autoridad a la hora de educar a los hijos. Es sin duda, un tema de especial preocupación.

Muchos padres podrían confundir tantos mensajes sobre la necesaria autoridad con la aplicación de castigos, asociado a frases del tipo.
“Se va a llevar su merecido”, “él se lo ha buscado”, “así aprenderá a respetarme”. Tal vez logren con esa actitud una aparente obediencia y sumisión pero, en no pocos casos, la relación con el hijo puede verse teñida de miedo, desconfianza o recelo.

Es necesario precisar que al hablar de autoridad en la educación no estamos refiriéndonos a ella como sinónimo de dominio, superioridad, fuerza, jerarquía o prepotencia. En realidad estamos haciendo alusión a un verdadero poder de influencia positiva sobre el hijo.

HACIENDO CAMINO

El concepto de autoridad puede ser entendido de diferentes formas. Autoridad implica el poder y el derecho tanto de mandar como de hacerse obedecer. Cuando una persona ejerce el poder se coloca en una posición de superioridad sobre otra que queda subordinada a los dictados de aquélla.
Se puede entender también que tener autoridad es tener criterio. En este sentido hablamos de autoridad para referirnos a aquella persona que domina un determinado ámbito de competencia y conocimiento, y a la que se le reconoce dicho dominio. Cuando decimos de alguien que se le reconoce en la materia, la estamos reconociendo como una persona versada, capacitada, experta, preparada, entendida y competente en la misma.
A partir de esta idea, podemos afirmar que la autoridad se adquiere, se gana, y se tiene que mantener. La pérdida de autoridad supone disminución de ese crédito, así como el deterioro del reconocimiento sobre la competencia o capacidad para dirigir, tomar decisiones y mandar.

El adjetivo autoritario hace referencia a la imposición del poder de forma absoluta, con objeto de lograr la sumisión, la obediencia y la subordinación. La imposición autoritaria de los dictados de quien manda se complementa con el sometimiento y la sumisión de quien obedece. Es necesario poner de relieve y reflexionar sobre algunos matices que pueden marcar las diferencias entre autoridad y autoritarismo.

AUTORITARISMO

Lejos de la obediencia ciega, la sumisión y el sometimiento, la autoridad va ligada al razonamiento, la posibilidad de opinar, la búsqueda del respeto y la conformidad.
Tres de los elementos que dan un crédito especial a la autoridad son la competencia, el sentido de la justicia y la coherencia. Hablar de autoridad, especialmente en lo que concierne a la educación de los hijos, no es hablar de autoritarismo. Es hablar de autoridad moral en el sentido anteriormente expuesto. Es una autoridad que se gana, y va estrechamente ligada a la atribución de competencia a la persona que la administra, del reconocimiento de su sentido de la ecuanimidad, y de la coherencia de su conducta.
Se puede ganar la autoridad como padres si se logra convertir en un ejemplo y un modelo de respeto y de valores.
Por supuesto, hablar de autoridad en este sentido es hablar también de libertad.
Alcanzar un adecuado nivel de autonomía personal, de seguridad en uno mismo y de capacidad de independencia, constituye el mejor bien posible para el joven, una vez ha llegado a la etapa final de su adolescencia. Éstos son los objetivos fundamentales del proceso educativo.
Educar en la autonomía personal supone preocuparse de que el hijo alcance el nivel adecuado de seguridad en su persona, de confianza en sí mismo y de independencia respecto a los demás en el sentido de no necesitarlos.
Desde el punto de vista del comportamiento y de las actitudes, ser autónomo y estar seguro de uno mismo tienen una raíz causal común y un proceso de aprendizaje no solamente semejante, sino además, en la mayoría de los casos, coincidente, en la medida que se va adquiriendo seguridad, se hace posible ser autónomo.

SOBREPROTECCIÓN

El joven debe vivir todo tipo de situaciones, sin que ello suponga correr riesgos gratuitos, y el adulto no debe en ningún caso exagerar las repercusiones del éxito o del fracaso. Las actitudes sobreprotectoras que tratan de impedir el fracaso por todos los medios dificultan el aprendizaje de la superación de este tipo de situaciones, y no permiten que el joven conozca sus posibilidades reales frente a las circunstancias frustrantes, lo que es indispensable para que se sienta seguro.

Las actitudes educativas competitivas en exceso, en las que se valora de modo muy positivo el éxito y muy negativamente el fracaso, inciden de modo desfavorable en la seguridad del hijo. Se debe buscar un punto de equilibrio, pues si el éxito acrecienta la seguridad, el fracaso acarrea todo lo contrario.

La actitud frente a las situaciones de peligro es también muy importante en la formación de la seguridad. Es necesario no exagerar estas situaciones y confiar en que él aprenderá a enfrentarse a ellas y superarlas. Los adultos tienen una clara tendencia a magnificar los acontecimientos peligrosos y, por este motivo, repiten insistentemente:”¡cuidado, te puedes caer!”, “¡vigila los coches en la calle!”, etcétera. Se tiende a asustar al hijo en la creencia de que, a causa del temor, el hijo va a tener mayor preocupación y, por lo tanto, se arriesgará menos.

Pero lo prohibido resulta mucho más atractivo que lo permitido, y las situaciones de riesgo acaban por atraernos con mayor intensidad que si no se le hubiese hecho ningún comentario. Se vive más la atracción por el riesgo que el miedo al peligro. Antes de alarmarse es preferible actuar discretamente evitando que se enfrente a situaciones de grave peligro. Pero se  debe permitir el enfrentamiento con las que presenten un grado de riesgo limitado, lo que le servirá para aprender por sí mismo las consecuencias de su comportamiento.+
COMPLACENCIA

La complacencia de todos los deseos del hijo supone básicamente una cierta renuncia del papel paterno, que debe incluir entre sus funciones la de presentar un mundo adulto que inevitablemente tiene que resultar normativo y, por lo tanto, en alguna medida frustrante.

La felicidad de un hijo no puede fundarse  en la complacencia de todos sus deseos, ya que, junto con el fraude educativo que ello supone y las negativas consecuencias para su futuro, representa también impedir que el hijo establezca una justa valoración de sus anhelos y realice un esfuerzo proporcional para alcanzarlos.
Nada se goza tanto como aquello que uno siente que ha alcanzado por sí mismo, y ello es válido desde los primeros años de vida. Proporcionar a los hijos una aparente felicidad gratuita supone privarles de satisfacciones fundamentales que los aproximarían a sensaciones auténticamente felices.
En último caso, esto puede darse simplemente tras el establecimiento de unos lazos de convivencia entre padres e hijos que impliquen un mínimo reglamento, para proporcionar parámetros de conducta adecuados y conseguir el mutuo respeto y comprensión

TALLER EN CLASE
1.    ¿Qué entiende por autoridad, autoritario, autoritarismo, sobreprotección, complacencia?
2.    ¿Cómo podemos saber si se está sobreprotegiendo a un hijo?
3.    Explique una a una las frases resaltadas con negrilla (con excepción de los títulos)
4.    ¿Qué ocurre cuando no se tiene autoridad en la familia?
5.    Explique la siguiente afirmación: “La autoridad sólo tendrá una función educativa correcta si se ejerce de manera persuasiva cuando los hijos son pequeños, y de manera participativa cuando ya sean mayores”


TALLER  EXTRA CLASE

1.    Consultar que características tienes los padres alcahuetes, padres negligentes y padres dictatoriales
2.    ¿Qué significa  autoridad de los padres hacia los hijos?
3.    ¿Qué entiende por autoridad de los padres sobre los hijos?
4.    Consultar consecuencias de la sobreprotección en los hijos

EVALUACIÓN

Se hará escrita y de manera individual

BIBLIOGRAFÍA


consejosenfamilia.blogcindario.com juanmago.com/
juanmago.com/autoridad-paterna

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