TEMA:
LA
MADUREZ Y LA MAYORÍA DE EDAD
LOGRO: IDENTIFICAR
LOS USOS QUE LOS JÓVENES HACEN DEL TIEMPO LIBRE
INDICADORES DE
LOGROS:
·
Analizar para que se adquiriere la mayoría de
edad
·
Conocer las capacidades, los derechos y
obligaciones de cualquier ciudadano al cumplir la mayoría de edad
·
Identificar las características que
determinar la madurez con respecto a la edad
LA MADUREZ Y LA “MAYORÍA DE EDAD”
La madurez es la condición de hace a una
persona, joven o adulta, capaz de enfrentar con solvencia una dificultad. Es un indicó de desarrollo personal, y el
distintivo de quienes enfrenta con entereza e independencia los retos que se
les presenta. Es “la mayoría de edad”, pero no entendida como la edad en que el
Estado nos reconoce como ciudadanos sino una condición de la persona que le
permite asumir responsabilidades sin presión y por libre elección. Por el contrario, la “minoría de edad”, es,
al decir de Kant, la incapacidad de servirse de su propio entendimiento sin la
dirección de otro.
No es, sin embargo,
fácil enfrentar esas nuevas condiciones de vida. Es necesario hacer un gran acopio de fuerzas
para aceptar las nuevas circunstancias, y en ello se ponen en juego la
reciedumbre del carácter, la fuerza de voluntad y una gran dosis de renuncia a
algunos delos proyectos que se planteaban como inmediatos.
Quien asume con tal
criterio estos compromisos saca provecho.
Organizar y dirigir con éxito un proyecto devisa ofrece grandes
posibilidades de crecimiento y madurez personales. Es posible que durante un tiempo se pierdan
de vista los anhelos académicos o económicos individuales, pero la tranquilidad
y bienestar de nuestros seres querido vale más que una satisfacción temporal.
Miles de adolescentes
a la falta de alguno o de ambos padres en el hogar, modifican definitivamente
el camino que habían trazado; soñaban con seguir estudiado y alcanzar un título
de bachiller o quizá uno de profesional, pero la falta cobertura de la
educación y la usencia de escuelas e instituciones en la regiones más apartadas
de los centros urbanos, los obliga a resignarse para siempre. Afortunadamente
también podemos mencionar esos otros ejemplos de perseverancia y superación en
los que jóvenes de provincia de grandes ciudades han logrado una cierta
armonía entre sus responsabilidades con su familia y sus proyectos académicos.
LA MAYORÍA DE EDAD (O MADUREZ) FÍSICA,
SÍQUICA Y JURÍDICA.
¿POR QUÉ EDUCAMOS A NUESTROS HIJOS?
Marco Aurelio nos
sugiere la respuesta: “Los hombres han nacido los unos para los otros; edúcales
o padécelos”.
Precisamente para no
tener que padecer al hombre “inadaptado”, existe la educación. Educación
impartida por maestros en centros escolares; educación en el seno familiar (en
franca recesión); educación en el entorno social, la que se recibe en la calle
con los amigos en la pandilla y que peligrosamente se ha convertido en
“antieducación” y en “antiescuela” ya que la calle es el medio que influye más
negativamente sobre ellos -cuando los modelos no son los adecuados-, porque la
eligen libremente. Ésta que reciben en la calle es la educación con la que más
se identifican, la que más les marca. Y esto pasa porque la calle no les obliga
a estudiar, no hay normas estrictas como las hay en el colegio, o puede
haberlas (no siempre) en el entorno familiar. Porque desde niños nos resistimos
a realizar esfuerzos (de ahí surgió la expresión: “educar jugando”), a que nos
fastidien cuando estamos “tan ocupados jugando”. Posteriormente, ya alcanzada
la pubertad ,” los juegos” se van haciendo cada vez más peligrosos: tenemos
reciente el trágico caso de una niña que reta a otra a un “duelo a muerte”,
donde una de ellas muere en el reto; la práctica generalizada de hacerle la
vida imposible a los compañeros más vulnerables de la clase; sin olvidar las
agresiones no sólo verbales, sino también físicas a maestros, a los propios
padres o a cualquier ciudadano que se ponga por delante-
Triste realidad ésta
en la que la violencia se convierte en indispensable moneda de cambio para los
jóvenes, como si haciendo uso de ella reafirmaran su poderío, marcaran (cual
fiera) su territorio. Muy a mi pesar tengo que reconocer que la mayor parte de
la culpa de que esto sea así, de que haya alcanzado estos terroríficos límites,
la tenemos los padres. Porque hemos dejado en la cuenta nuestra
responsabilidad. A veces porque el trabajo nos deja poco tiempo para dedicarles
la debida atención; y casi siempre, porque cuando estamos con ellos estamos
ausentes y el diálogo brilla por su ausencia: unos viendo la TV (para mayor
entontecimiento general), otros con la consola, con los juegos de Internet o
chateando con desconocidos.
Podemos concluir en
que siempre falta el diálogo, el buen consejo, la puesta en común de las
vivencias, la exposición de cualquier posible problema. Siempre falta sobre la
mesa, no el pan, sino la palabra: ese precioso aire semántico al que llamamos
palabra, indispensable materia prima para el diálogo.
El género humano
tiene un problema insoluble: existe en él una dicotomía que es una muestra más
de su imperfección. La dicotomía que se
produce en nuestros jóvenes no es otra que la diferencia en el tiempo que se da
en ellos entre alcanzar la madurez física (pubertad), que se consigue sola con
sólo dejar pasar los días, y la madurez síquica que es obra de la educación en
centro de enseñanza y en la familia. La responsabilidad jurídica recae en los
padres hasta tanto los hijos cumplen 18 años. El joven púber tiene un cuerpo
fuerte, musculado, sano. La naturaleza, a todos los cachorros e infantes
humanos, con el paso de los días....los hace maduros, adultos, hombres. Sienten
la pulsión, el mandato de la naturaleza, por procrear, por perpetuar su
especie. Algo normal en todas las especies: se dedican a nutrirse y a copular
(costumbre muy sana y recomendable, fuera o dentro del matrimonio, amén) para
procurarse descendencia.
El problema está en
que, mientras el resto de seres vivos que existen en nuestro planeta llegan a
la madurez corporal al unísono con la mental. O sea, son unos perfectos padres
protegiendo y alimentando a sus crías tras su primer coito, siendo padres primerizos;
en la especie humana esta coincidencia en la maduración no existe. Normalmente
la madurez síquica del Hombre no se completa, en muchos casos, hasta 6, 8 ó 10
años (y en algunos nunca) después de la pubertad. Yo no digo que mientras tanto
maduran su personalidad, nuestros chicos, no copulen; sino que, previo a ello,
los mayores debemos haberles enseñado y educado en el “libro de ruta de la
sexualidad”, para que sus relaciones sean sanas y ordenadas.
ACTIVIDAD EN CLASE
1.
Haga un listado de
los pro y contras de la mayoría de edad a los 16 años (mínimo 5 de cada uno)
2.
Que características
determinan la madurez en una persona?
3.
Que clases de
educación reciben los jovens para alcanzar su madures?
4.
Que características
posee las educación de la calles?
5.
En que consiste la madurez física y la madurez síquica? De 3 características de
cada una de ellas
6.
Esta de acuerdo con
la mayoría de edad a los 16? Justifique su repuesta
7.
Cuando se considera
una persona responsable, madura e independiente?
8.
Consulte y pegue
una noticia en la que el infractor sea un menor de edad.
TRABAJO EXTRA CLASE
1. Consultar
en que consiste el código de adolescencia y de la infancia
2. ¿Cómo
se penalizan los delitos cometidos por menores de edad en Colombia?
3. Qué
beneficios y/o perjuicios traen a la sociedad esta penalización.
EVALUACIÓN
Elaboración
de carteleras que permitan conocer los derechos, beneficios y obligaciones de
los menores de edad así como las responsabilidades de los padres con respecto a
los hijos con mayoría de edad.
BIBLIOGRAFÍA
Diario
el Espectador
www.CaracolTV.com
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